Saludos. Para la Masonería Internacional el Dios del Antiguo Testamento no es el Dios Verdadero sino un Arconte: una inteligencia extraterrestre o extradimensional con el poder suficiente de crear la materia, nuestro mundo y el universo, pero el Dios verdadero sería el Dios que creó al Dios del Antiguo Testamento.
Aquí sucede lo siguiente: que al estar el ser humano preso en la ilusión de la materia, el Dios que dirige su destino no es el Dios verdadero sino el Arconte, el Dios del Antiguo testamento.
De esta manera sucede que la creación y toda la materia, el ser humano y todo lo que existe visible e invisible, está en manos de un Arconte, de un Dios con el suficiente poder sobre nosotros pero que realmente no es el Dios verdadero.
Aquí viene la paradoja de no creer en un Dios que realmente tiene un grandísimo poder como Dios creador del universo y en cuyas manos está el destino de la humanidad, y sin embargo creer en otro Dios, que sería el verdadero, pero que sería completamente incognoscible ni por el intelecto, ni por la razón, ni por los sentidos. El Dios verdadero, creador del Dios de la Biblia, es tan oculto y desconocido para el intelecto humano que es que ni siquiera sabemos cuáles pueden ser sus atributos de tener alguno y en qué consiste su poder, poder que quedaría fuera de todo entendimiento, mientras el sencillo Dios del Antiguo Testamento nos dejó bien claros unos principios esculpidos en las tablas de la ley: los diez mandamientos.
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