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miércoles, 6 de febrero de 2019

2019: "El Trabajo en lo Echado a Perder"

Saludos. Alguna vez alguno tendrá que escribir sobre la posibilidad de que no exista el karma, pues en esta época de disolución de las estructuras, las religiones y las creencias parece que sólo ha permanecido incólume la idea de karma, ésto es: un pago o tributo por nuestras malas o buenas acciones. Desde las lecturas kibaliónicas o kibliónicas pensamos que el universo, que es la mente de Dios, actúa así, sabemos que la Suprema Inteligencia que Todo lo Ordena realiza su función de esa manera. Pero ya algún filósofo ateo, descreído y decimonónico barruntaba que quizás no podía existir de ninguna manera la idea de karma y que todo lo que nos sucedía se debía al más puro y tranquilo azar. Sea cómo fuere, y en esta época de destrucción de las creencias, la idea de karma es una de las que todavía no acaba por caer y está sólidamente afianzada y quizás debamos preguntarnos por qué...pues cuando una idea se mantiene en la orilla del tiempo sólo cabe preguntarse...¿A quién beneficia?

El trabajo de mi artículo se basa en el Oráculo del I Ching o Libro de las Mutaciones sobre el año 2019 que significa "El trabajo en lo echado a perder" es decir, todo aquello que hemos trabajado desde hace años con denuedo y esfuerzo ímprobo y que sin embargo hemos visto que no ha dado ningún resultado...¿Pero realmente es así? Por ejemplo, mis más de 1000 entradas sobre temas esotéricos escritas durante más de diez años con documentación y abundantes lecturas en este blog...¿Habrán servido para alguien, habrán servido para algo? Y todo lo que escriben desde los más modestos a los más exaltados pensadores en sus blogs sin recibir apenas afluencia de público o generar debate...¿Habrá servido para algo?

El Oráculo de este año 2019 nos invita a reflexionar sobre el trabajo que hacemos todos los días y que se echa perder y para el que no vemos resultados posibles: el escritor que nunca consigue publicar lo que escribe, el compositor al que nunca contratan, el actor que nadie quiere para actuar, el bailarín que ya nadie quiere en sus espectáculos y sigue trabajando, el atleta que entrena duro todos los días pero que nunca ha conseguido destacar en una maratón y, en fin, todos y todos y cada uno de los perdedores que trabajan todos los días para lograr el éxito pero que al final la tierra tiembla bajo sus pies...¿Su trabajo habrá servido para algo?

¿Y el trabajo de los diplomáticos que luchan por la paz mundial? ¿Y el trabajo de todos aquellos que sólo quieren un mundo mejor?

Veremos.


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