Saludos. Conocí a un astrólogo hace diez años que era una persona muy peculiar: un hombre de mediana edad con unas grandes barbas oscuras, vestido completamente de negro y con una boina negra sobre su larga caballera, al parecer pertenecía a una sociedad secreta sin especificar nada más. Hablamos y él me dijo que LA ASTROLOGÍA TAL Y CÓMO LA CONOCEMOS ES UN COMPLETO ENGAÑO, ES DIAMETRALMENTE OPUESTA A LO QUE NOS HACEN CREER.
LA VERDADERA ASTROLOGÍA SÓLO ES CONOCIDA POR LAS ÉLITES QUE GOBIERNAN EL MUNDO DESDE LAS SOMBRAS Y EL HOMBRE COMÚN NO TIENE ACCESO A ELLA.
Así es cómo en conclusión alguien al que se le ha dicho que tiene las características de Sagitario realmente tiene las características de Géminis y alguien que tiene las características de Escorpio realmente tiene las características de Cáncer y así con todo.
Por ejemplo una luna llena en el signo de Tauro realmente sería una luna llena en el signo de Escorpio.
Así con todo: los trígonos serían cuadraturas y las cuadraturas serían trígonos, los sextiles serían quincucios y los quincucios serían sextiles.
Por otro lado...¿Qué ha sucedido después del descubrimiento de la constelación Ofiuco? ¡Todos los signos de zodiaco se movieron de sitio! ¡Todos pasamos a ser el signo inmediatamente anterior al que éramos! ¿Por qué no cuajó esta idea con lo popular que se hizo? ¡Simplemente desbarajustaba todo el conocimiento que se tenía hasta ahora sobre astrología y además arruinaba el trabajo y el negocio de muchos. Sin embargo era una realidad...¡Ofiuco existía! Y había un nuevo signo de zodiaco en el cosmos, entre Escorpio y Sagitario...¡A la astrología se le movían los cimientos!
Sólo por curiosidad me gustaría que todos nosotros mirásemos nuestro signo astral y luego nos fuéramos al signo que tenemos en oposición y en un relato de valentía y sinceridad comprobásemos si cómo personas no nos sentimos más identificados con nuestro signo opuesto antes que con el propio. De la misma manera, vayamos a las personas que conozcamos y miremos si no les cuadran más sus signos opuestos que los propios...¡Podríamos sorprendernos!
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