Cuando el caos llegó y colapsó el sistema capitalista todos nuestros datos biométricos fueron transferidos al microchip ingerido de Google que nos habíamos tomado con un vaso de agua cómo si fuera una pastilla. Todas nuestras constantes vitales y el estado de nuestra salud fueron volcadas al microchip y de esa forma la Seguridad Social nos avisaba de cuando nos estábamos poniendo enfermos. De esa manera nadie podía ocultar una enfermedad ni tampoco inventársela. Al mismo tiempo nuestros datos bancarios también se volcaron en el microchip de la misma manera que nuestra localización en el espacio así cómo nuestro curriculum profesión y datos policiales quién los tuviere. Todo estaba en ese microchip.
Cuando desapareció el dinero físico a través de ese microchip, con nuestra sola presencia, teníamos el dinero que cobrábamos del Estado o de una empresa privada en forma de créditos que descargábamos en los teléfonos Nexus de Google que hacían de monedero.
Eso ocurrió en el año 2016, también por ese mismo año se popularizó el uso de las Google Glas y al principio la gente lo utilizaba para aumentar las posibilidades de su encuentros sexuales al compartirlos, pero luego las gafas sirvieron cómo aumento del sentido de la visión. Todo lo que veíamos nos era explicado inmediatamente si así lo deseábamos, todo, cualquier objeto por el que pasáramos nuestra mirada era explicado, su historia y fabricación. También servían las gafas de aumento cómo prismáticos y telescopio y también cómo microscopio si así lo deseábamos y todo lo que veíamos podíamos compartirlo entre todos.
Esa revolución tuvo múltiples aplicaciones, no sólo de ocio. Sirvió para fijar objetivos militares unidos a armas de precisión y para labores de grabación de videovigilancia y bomberos.
A partir del año 2020 Internet estaba directamente conectado a nuestro cerebro.
A través del microchip biométrico y de implantes en nuestro cerebro directamente escuchábamos voces en nuestra cabeza que nos hablaban de los lugares por los que estábamos pasando, sus maravillas arquitectónicas y su historia de otros tiempos. Las voces en la cabeza nos hablaban de cuándo debíamos pagar las facturas de la luz, poner gasolina al coche o apagar o encender una luz o preparar una cocción o una receta que era directamente dictada en nuestra cabeza.
En el año 2030 el Estado empezó a darnos consejos de seguridad y sostenibilidad directamente en nuestra cabeza, se llamaba Qoogle Mind, todos estábamos conectados mentalmente pues Internet era directamente audicionada en nuestra cabeza a modo de pensamientos o voces, en un principio se tuvieron muchos problemas porque se recibía publicidad a todas horas pero pasado un tiempo la cuestión se normalizó, cuando llegaron las grandes guerras del año 2030 y las batallas por el agua potable y las inundaciones y terremotos, Internet conectado a nuestro cerebro garantizó la seguridad y salvaguarda de muchas personas que eran directamente avisadas con voces en su cabeza de ponerse a buen recaudo o buscar un lugar seguro o un punto de encuentro.
Todos nos volvímos inmediatamente sabios pues en nuestro cerebro estaban almacenadas las sabidurías de millones de bibliotecas en Red, lo sabíamos todo con sólo preguntarlo. Pues con nuestro pensamiento podíamos preguntar al Ordenador Central cualquier cuestión que no acuciara y rápidamente éramos respondidos. Muchas veces nos llegaban voces de que teníamos que pagar a hacienda o atender una multa de tráfico y hasta que no se solventara esa situación las voces seguían insistiendo en la cabeza y era lo más pesado del nuevo proceso de divinización del Ser Humano pero lo mejor era que éramos capaces de hablar cualquier idioma y entenderlo sin problema pues nos era inmediatamente traducido a nuestra cabeza.
La interfaz era nuestro cerebro y también podíamos comprar sensaciones placenteras para nuestro cerebro a través de un servidor, se puso de moda comprar Euforia y Alegría y descargarlos de un servidor para que fueran directamente a nuestro cerebro, también podíamos comprar atenuantes de la sensación de hambre y de cansancio.
Todo comenzó aquel día de primavera en que me desperté.
--Buenos días--me dijo Internet en mi cabeza--es martes 15 de abril del año 2032, tienes que pagar una factura de 1260 créditos antes del lunes y debes consumir menos queso y embutidos porque te ha subido el colesterol un cuarenta por ciento. Tu riñón está un poco deteriorado últimamente, debes beber dos litros de agua embotellada.
--Buenos días--dije mentalmente a Internet en mi cabeza--¿Tareas de hoy?
--Debes empezar a cuadrar los asientos en tu jornada de seis horas de teletrabajo, debes cuadrar los asientos de la empresa Enexón y de la empresa Randstal. Iré encendiendo tu ordenador.
--Hazme antes un café--ordené mentalmente a Internet--de máquina.
Internet conectó la cafetera.
--Luces por favor--dije.
Las persianas de la casa se abrieron.
Mientras me duchaba recibí un anuncio mentalmente de productos de ducha.
--Gel Sensaciones, lo más fresco para el aseo personal, en Utrulux con 25 por ciento de descuento, a siete metros de su casa y hay otro a diez metros de la casa de su amigo Héctor.
--Prensa de hoy--dije mentalmente a Internet.
--Juan Pablo Segundo resucita de entre los muertos.
--¡Qué noticia tan increíble Internet, desarrollo!
Mientras desayunaba escuché todo el meollo importante de la noticia y luego los detalles.
--Siguiente--dije.
--Prosigue la rebelión de los animales de granja con conciencia.
--Desarrollo--dije.
Mientras iba hacia mi odenador personal escuché el desarrollo de la noticia, los animales habían empezado a tener conciencia y a comunicarse a través de Internet asegurando que ellos no eran comida sino seres conscientes y que los humanos teníamos que dejar de explotarles, exigían nuevos derechos.
--Euforia, descargar.
--No tienes suficientes créditos--dijo Internet--y además está prohibido en horas de trabajo. Lo siento.
Tendrás que ir al fumadero de opio y ver a tus amigos después del trabajo.
En el año 2025 el tabaco desapareció, no se volvió a cultivar más. Era una droga muy dañina culpable de cientos de miles de muertes. Sin embargo el opio y el hachís se legalizaron siempre y cuando se fumaran en lugares habilitados para ello. Deseaba acabar mi trabajo para acudir al fumadero de opio con mis amigos. El trabajo no se me hizo pesado. Cuando terminé cogí mi cazadora de cuero negro con Internet de Google integrado y visores y mis gafas Qoogle Glas para ver a través de las paredes y de cerca y de lejos y en aumento y en modo prismáticos, y me fui hacia el fumadero.
--¡Juan Pablo Segundo ha resucitado!--dije entrando en el bar.
--¿De dónde te has sacado tu eso? ¡Es mentira!--dijeron mis amigos
--De Internet.
--Ninguno lo hemos visto en Internet...ninguno...¿Estás bien?
Se hizo un silencio sobrecogedor...¿Me estaría volviendo loco?
Tenía que intentar comprender cómo había empezado todo, me fui a mi cubículo personal aderezado con cómodos y lujosos cojines y me recosté un poco para empezar a fumar mi opio, más tranquilo ya comencé a recordar cómo había empezado todo.
En el año 2015 empezó la tercera guerra mundial, duró sólo doce minutos. Más de un millón de personas murieron en una sola batalla, después varias ciudades importantes del mundo fueron destruidas por bombas nucleares, luego Rusia invadíó momentaneamente Europa junto con China y después de un periodo de adecuación se instauró la paz y llegó el Nuevo Orden Mundial, fue entonces cuando todos fuimos chipeados y desapareció el dinero físico. El Crédito era la Nueva Moneda Mundial, todos la teníamos electrónicamente y la guardábamos electrónicamente y de la misma manera la gastábamos. Tuvimos unos años de paz hasta el año 2030 cuando aparecieron las Grandes Guerras que eran regionales y por el uso y consumo del agua potable sobre todo, también sucedieron grandes terremotos e inundaciones pero ya para entonces teníamos todos instalados en nuestro cerebro Google Mind que era cómo una prótesis que nos hacía a todos ser soberanamente más inteligentes de lo que jamás soñamos haber sido y también nos mantenía organizados y entretenidos y sobre todo conectados de una manera casi natural los unos con los otros.
No entendía qué había pasado.
El tabaco no volvió a cultivarse jamás, muchas drogas se legalizaron pero para ser consumidas en los lugares apropiados para ello donde siempre había un paramédico controlando la situación que era pagado por la misma empresa que distribuía y confeccionaba las drogas: Marihuana, pastillas, hachís...todo fue legal, el tabaco ya no existía.
Google era una gran empresa que dominaba nuestra mente y el mundo, nuestra mente fue Google y Google fue nuestra mente. En el fondo creo que fuimos felices, todos admitimos el Gobierno Mundial quizás porque el ser humano es cobarde o quizás porque no había ninguna otra espectativa ni alternativa, sea cómo fuere al final todo fue mejor así para los supervivientes de la tercera guerra mundial, era lo mejor para todos asumir las directrices del Nuevo Orden Mundial y aceptar el chip, de otra forma el caos hubiera sido tan insoportable que no hubiera habido manera alguna de salvaguardar nuestra integridad personal. Pasado un tiempo vivimos en paz en medio de los grandes desastres climáticos, terremotos e inundaciones.
Pero para entonces ya estábamos preparados.