Probar a contemplar el mundo sin mostrar ninguna emoción cuando la emoción es lo que nos hace humanos, pero no mostrando emociones o quitándolas del decorado de nuestra vida trascendemos nuestra propia humanidad. Entonces si no hay emocionalidad hay racionalidad. La inteligencia sin caridad te vuelve un psicópata. Pero analizar todo a la fría luz de la inteligencia sin dejar que las emociones contaminen el resultado produce respuestas asombrosas. Tu corazón tiene que estar feliz...¿Por qué? ¿No es mejor que tu corazón no sienta nada? Entonces queda el vacío y el ego y el ego se enfrenta a su vacío, se asoma a su propio abismo.
EL DEMIURGO QUE CONTROLA NUESTRAS VIDAS Y PROMUEVE CADA UNO DE NUESTROS ACTOS POSEE UNA INTELIGENCIA QUE NOSOTROS DESCONOCEMOS PERO QUE NO ES AMOROSA NI IRRACIONAL SINO MORALMENTE NEUTRA, NOSOTROS SOMOS LOS QUE LE PONEMOS COLOR AL PROCESO Y AL RESULTADO.
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