Seguidores

miércoles, 5 de enero de 2022

DISCURSO DE NAVIDAD DEL MAESTRO OCULTISTA

 Saludos amigos. En mi tradicional discurso de Navidad quiero mandar un abrazo fraternal a todos mis seguidores y desearos a todos un año 2022 estupendo, allá dónde quiera que estéis. Quiero hablar hoy del miedo que hay en una guerra o en una revolución o una rebelión, quiero hablar hoy del miedo a sufrir cortes o quemaduras o golpes en la cabeza o del miedo que hay de asesinar a otros o de ser asesinado por otros. Quiero hablar hoy de los miedos que se ciernen en nuestro mundo. Es la hora de los valientes, es el tiempo para tener valor. El miedo a ser rechazado siempre, el patrón de enamorarse de parejas inalcanzables. La castidad para evitar desengaños sexuales. El trauma del abandono desde niño, el trauma de no sentirse valorado, estimado, aceptado. Luego una mente lenta aunque segura tras el paso del tiempo, pero al final reconocer que no se es de los más listos. Egocentrismo, egotismo, soberbia y prepotencia. Se debe tratar de servir siempre a los demás para dulcificar el carácter. Somos déspotas y dominantes y somos poco considerados, nuestro desprecio por los demás puede llegar un día a ser legendario. Muchas veces torpes, otras veces mal educados, casi siempre fríos y egoístas. El trauma en el que vivimos desde niños, por haber nacido en una sociedad violenta. El trauma que queda siempre y lo oscurece todo pero que un día nos permite ser héroes, entregarnos a los demás, prestar un servicio.

            El Maestro Ocultista en el año 2012


Hemos desarrollado parafilias y perversiones por nuestro miedo al compromiso y deseamos relacionarnos con el sexo sólo a un nivel lúdico y superficial. De repente podemos dejar de querer a nuestra pareja de un día para otro, todo nos cansa, todo nos agobia. Nadie vale ya para el matrimonio. Y lo que queremos es escandalizar a nuestra sociedad a la hora de elegir una pareja porque nos encanta ser el centro de atención y que nos hagan todos mucho caso. Por eso existen las redes sociales, para que nos sigan el rollo. No hemos aprendido a no ser nadie. No hemos aprendido a ser uno más. Nos creemos únicos y especiales y para éso incluso nos hemos llegado a inventar un personaje porque en realidad no somos nadie, no valemos nada. Y yo os digo, amigos míos, que nuestro valor está en servir a los demás, en colaborar con los demás, en ser un apoyo y una ayuda para nuestra familia, amigos y compañeros de trabajo. No importa que nadie te dé la razón mientras tú estés seguro de lo que vales, mientras tengas un buen nivel de autoestima y no dependas de la aprobación de los demás porque el problema de esta sociedad y de las redes sociales es que nos volvemos dependientes de la aprobación de los demás y a veces de la forma más tonta: en forma de likes.

 Pensad por un momento por qué no queremos pasar en esta vida como una sombra. Pensad por un momento por qué queremos dejar una huella en la civilización. Pensad en un momento por qué queremos no ser personas anónimas. Pensad en un momento por qué queremos llamar tanto la atención en las redes sociales, en nuestros vídeos, en nuestros libros, en nuestros blogs. Pensad por un momento por qué tenemos tanto ego que incluso somos mesiánicos y queremos guiar a la humanidad cuando a lo mejor deberíamos ser guiados. Pensad por un momento por qué queremos ser líderes cuando deberíamos ser las más humildes de las personas y limitarnos a servir a los demás en vez de desear que nos sirvan y queremos vivir sin hacer esfuerzo alguno pero luego teniendo seguidores y admiradores y gente que nos aplauda y nos diga lo listos que somos y lo originales que somos y lo bien que hacemos todo cuando realmente nos pasamos las horas sin hacer nada sólo viendo la pantalla de nuestro móvil o de nuestro ordenador. Hemos sido jovencitos petulantes, pedantes, cargantes, soberbios y engreídos y no nos han importado nunca los demás y nunca hemos puesto nunca a nadie por delante de nosotros, ni a un amor, ni a un hermano, ni a un amigo. Sólo nos importábamos a nosotros mismos y cuando viene una pandemia para enseñarnos que tenemos que aprender todos a vivir en sociedad resulta que tenemos que estar aislados.

No hay comentarios:

Publicar un comentario