La caricatura humana en la que nos hemos convertido después de tiempos de bonanza, paz mundial y dejadez, dirigidos por ese spleen que nos hizo decadentes y mimados... despertamos de un extraño sueño aportando modales extravagantes al fin de siglo y poco después un alegato de mente cósmica para al final perecer en brazos del fin ciclo, traiga ello colapso del sistema, fin del capitalismo o neofascismo. A todos nos parece que la historia ya es conocida: el Imperio Español entra en crisis tras las guerras napoleónicas y se derrumba, cede su espacio al Imperio Británico que tras dos guerras mundiales acaba por sucumbir y queda montado el gran escenario para el Imperio Norteamericano que ahora ve que tiene que ceder su poder a la región Asia-Pacífico...¿Sin una gran guerra de por medio? ¿Sin un colapso de la economía? ¡Es muy difícil! ¡La historia es tozuda!
Según las influencias astrológicas que nos mueven y conmueven hasta el día 21 de septiembre será un tiempo de finales, un tiempo para poner un punto final a relaciones, viejos hábitos o maneras de pensar y a los conflictos mundiales que parecían enquistados. A partir del 21 de septiembre, y según las influencias astrológicas, nos abrimos a un nuevo ciclo y llega lo nuevo: nuevos hábitos, nuevos trabajos, nuevas relaciones, nuevas amistades y nuevas maneras de dirigir y concebir nuestros propósitos en la existencia...¿Nuevas filosofías también? ¿Nuevas creencias? ¿Nuevas ilusiones? ¡Veremos!
Parece una tontería pero un señor que hubiera nacido en 1946 y hubiera muerto en el 2018 no ha visto una guerra mundial en su vida y tampoco una guerra civil en España...¡El Parlamento Europeo celebró no hace mucho que llevábamos más de 70 años sin una gran guerra en Europa! ¡En España también podríamos celebrar que llevamos más de 80 años sin tener una guerra civil! ¡Hemos vivido en paz casi tres generaciones y eso es motivo de celebración, pues cómo decía Nietzsche la guerra es lo más connatural al ser humano y lo más común y la humanidad ha vivido siempre más tiempo en guerra que en paz. Es así, es una realidad. De hecho la historia de la humanidad no es más que una sucesión interminable de guerras con periodos de paz muy cortos entre las mismas.
Según las influencias astrológicas que nos mueven y conmueven hasta el día 21 de septiembre será un tiempo de finales, un tiempo para poner un punto final a relaciones, viejos hábitos o maneras de pensar y a los conflictos mundiales que parecían enquistados. A partir del 21 de septiembre, y según las influencias astrológicas, nos abrimos a un nuevo ciclo y llega lo nuevo: nuevos hábitos, nuevos trabajos, nuevas relaciones, nuevas amistades y nuevas maneras de dirigir y concebir nuestros propósitos en la existencia...¿Nuevas filosofías también? ¿Nuevas creencias? ¿Nuevas ilusiones? ¡Veremos!
Parece una tontería pero un señor que hubiera nacido en 1946 y hubiera muerto en el 2018 no ha visto una guerra mundial en su vida y tampoco una guerra civil en España...¡El Parlamento Europeo celebró no hace mucho que llevábamos más de 70 años sin una gran guerra en Europa! ¡En España también podríamos celebrar que llevamos más de 80 años sin tener una guerra civil! ¡Hemos vivido en paz casi tres generaciones y eso es motivo de celebración, pues cómo decía Nietzsche la guerra es lo más connatural al ser humano y lo más común y la humanidad ha vivido siempre más tiempo en guerra que en paz. Es así, es una realidad. De hecho la historia de la humanidad no es más que una sucesión interminable de guerras con periodos de paz muy cortos entre las mismas.
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