LA INTRAHISTORIA: EL MUNDO ESTÁ A PUNTO DE CAMBIAR

Saludos. Es curioso que detrás del proceso de disolución de las estructuras que estamos viviendo haya un drama de personas que se están volviendo locas. En todos los países donde se colapsan las estructuras económicas y sociales hay un drama social. El escritor castellano Azorín llamaba a ésto LA INTRAHISTORIA, que no es más que la historia de todas y cada una de las personas que conformamos este convulso mundo que está a punto de cambiar, con sus miserias, sus envidias y sus tristezas, su deseo de amar y ser amados y sus precarios trabajos y populosas barriadas. LA HISTORIA CON MAYÚSCULAS NUNCA CUENTA LA VERDADERA HISTORIA QUE ESTÁ DETRÁS, LA INTRAHISTORIA O LA HISTORIA DE TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS A LA BÚSQUEDA DE UN SENTIDO. La sociedad está colapsando y ésto no se soluciona votando a Vox o a Podemos. La política es una mascarada destinada a contentarnos de momento con unos resultados que pensamos que nos amparan y nos representan cuando lo cierto es que a las élites que nos gobiernan no les importamos nada y llegado el momento de que les seamos completamente prescindibles nos eliminarán sin ningún contratiempo. La fuerza de trabajo que representa la humanidad en su gran mayoría resulta prescindible, sobramos mucha gente. Ya lo dijo el FMI, que los ancianos suponen mucho gasto social, por ejemplo, y pronto se implementarán leyes de eutanasia generalizada e incluso de suicidio asistido en una nueva ingeniería social al tiempo que se hace todo lo posible por imposibilitar las relaciones entre hombres y mujeres para que no se reproduzcan porque ya sobramos mucha gente.
A las élites les urge una gran despoblación: preparémonos para lo siguiente que será una guerra mundial o una gran pandemia, aunque yo apostaría por una gran pandemia ya que, contrariamente a lo que se piensa, una guerra mundial sólo acabaría con unos cientos de millones y se trata de reducir la población lo más posible, más allá de una quinta parte.
La naturaleza hará el resto.