Saludos. A finales de los años ochenta un viejo profesor de literatura de la Universidad de Valladolid escribía en el periódico local "El Norte de Castilla" sobre lo que él entendía que era globalización, anticipándose así al concepto de globalización que todavía no existía. Escribía el buen hombre sobre los atractivos para los niños del parque de juegos El Poniente en la ciudad de Pucela sobre los años cincuenta. Estaba decorado el parque de juegos para la tierna infancia con imágenes y pequeñas esculturas de Federico el ratón y Juan Ignacio el enano. Juan Ignacio y Federico eran los amigos de los niños castellanos de aquella época y no necesitábamos ni al ratón Mikey ni al pato Donald, que no eran nuestros, que no eran nuestra cultura, que venían de los Estados Unidos, que era moda del Atlántico, que no casaban con nuestra forma de ser.
Disney lo acabó invadiendo todo, y Disney acabó siendo la infancia de todos los niños del planeta Tierra a nivel mundial y no hubo nada que hacer.
Halloween se acabaría celebrando en las tierras de España años más tarde, a pesar de que era una fiesta que no era nuestra, a pesar de que era una fiesta de los Estados Unidos...¿Acabaríamos celebrando también Acción de Gracias? Todo a su tiempo.
Entre la cerrazón y el proteccionismo hay amplias fronteras, lo que se entiende por cultura propia también es instrumento de control de formas de poder más o menos larvadas o aparentes.
Ahora que hay una guerra mundial entre proteccionismo nacionalista y globalización o entre nacionalistas y globalistas, el trabajo de la globalización de alguna manera ya está hecho, ya está acabado y sólo queda implementar su forma económica, su recorrido monetario, lo que va en detrimento de clases medias y obreras hasta tal punto que prácticamente ya no son necesarias y volver al rescatar del baúl de los recuerdos a Federico el ratón y Juan Ignacio el enano sería una solemne tontería, volver todos a lo nuestro cuando todo el mundo ya ha hecho de lo nuestro lo de todos los demás no tiene ningún sentido.
Los globalistas han ganado la batalla de la apariencia y de la estética y ahora sólo les queda imponer su agenda económica, la estructura ya está creada y está firmemente enraizada en mentes, almas y corazones y ahora sólo queda que la depauperada clase media acepte tragar con su pronta desaparición teniendo para entonces tecnología de Realidad Virtual y drogas recreativas legalizadas y todo ésto a nivel mundial para que el mundo inclusivo sea el mundo de todos hasta el punto de que vivir en tu propio mundo sea lo mismo que vivir en el mundo global...Y para eso están las tecnologías que nos tienen permanentemente conectados con todo lo que pasa ( tablets y móviles) hasta en el último punto del planeta como si nos afectara tanto o más que lo que sucede en nuestro barrio, es la tesis de la "Aldea global" somos pequeños y somos muy grandes, tu mundo es lo que piensa China de ti más que lo que opine la maruja del quinto.
El futuro es el siguiente: todos los móviles que se hagan ahora sólo se podrán desbloquear mediante el sistema de reconocimiento facial y luego Google pasará a los gobiernos mundiales nuestros datos personales de tal manera que habilitando cámaras de reconocimiento facial en cualquier punto sensible de nuestra ciudad, nuestros gobernantes puedan conocer fácilmente nuestra vida y milagros. Se dirá que es una medida para nuestra mayor seguridad, que también, pero a la base servirá para tenernos a todos bajo control. Será un estado policial sin límites, el Gran Hermano del que hablaba Huxley. La globalización estará por fin terminada.
El futuro es el siguiente: todos los móviles que se hagan ahora sólo se podrán desbloquear mediante el sistema de reconocimiento facial y luego Google pasará a los gobiernos mundiales nuestros datos personales de tal manera que habilitando cámaras de reconocimiento facial en cualquier punto sensible de nuestra ciudad, nuestros gobernantes puedan conocer fácilmente nuestra vida y milagros. Se dirá que es una medida para nuestra mayor seguridad, que también, pero a la base servirá para tenernos a todos bajo control. Será un estado policial sin límites, el Gran Hermano del que hablaba Huxley. La globalización estará por fin terminada.
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