Nuestra personalidad obedece a una programación, atraviesa las creencias. Nuestra personalidad en un impulso por no ser frívola, veleidosa, ligera, insubstancial...Nuestra personalidad educada en colegios, institutos y universidades, sazonada de abundantes lecturas y reflexiones y luego conferencias de gente muy sabia y muy docta y muy instruida...Programada de alguna manera, nuestra personalidad programada.
El sistema fuera del sistema tampoco es el sistema.
El sistema fuera del sistema también es el sistema.
El Tao, en Wu-Wei, el budismo, Jiddu Krishnamurti, Osho, el secreto de las estrellas, la kabalah, Buda, Lao.Tse, Confucio, Mishima, la sociedad oriental, la cultura japonesa, la sabiduría milenaria y ancestral china...y luego la Biblia, el cristianismo, el gnosticismo, el judaismo...las fuentes del conocimiento primigenias, la New Age y las nuevas doctrinas...¿Programas mentales también?
¿Qué somos fuera de la educación recibida de nuestra cultura o de otras culturas? ¿Qué somos además de un fenómeno antropológico y cultural y un entramado de relaciones y de afectaciones?
Todo consiste en hacernos encajar para ser productivos y eficientes en una sociedad capitalista de consumo. Pero todo eso se está desmoronando: ya no es necesario que seamos eficientes y productivos porque ya las máquinas y la tecnología hacen nuestro trabajo y tampoco es necesario que consumamos y derrochemos porque es más importante que haya una persona que pueda comprase un móvil de 600 euros que cien personas que se puedan comprar un móvil de veinte euros.
La clase media se ha reducido mundialmente al siete por ciento, los ricos y millonarios de este mundo sólo son un uno por ciento de la humanidad...el resto de las personas sobramos, ya no somos necesarias...¿Seremos eliminados? ¿Perderemos lo que simplemente se ha llamado el derecho a existir? ¿Fabricarán en torno a nosotros una gran guerra o una pandemia para eliminar a la población sobrante?
Hemos alcanzado una gran sabiduría a fuerza de no encontrar ningún trabajo y perder las mañanas y las tardes en las bibliotecas, a fuerza de tratar de encontrarle un sentido a la vida, a fuerza de haber comprendido que el mundo se ha hecho muy pequeño y que es una simple casualidad que yo sea español porque podría ser francés o americano pero no lo soy pero eso ya en el fondo da igual PORQUE LA GLOBALIZACIÓN DILUYE LA IDENTIDAD y ahora el ego revolviéndose quiere de nuevo volver a encontrar su propia identidad, y por eso surgen de nuevo los nacionalismos pero no es más que un rebote del ego, un efecto contrario a la dirección ya tomada, establecida. Estamos entrando en la unidad, somos una fuerza única ( pero igualada por lo bajo)
"NUESTRA OBSERVACIÓN NOS INVOLUCRA EN EL CONFLICTO" |
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