LA FILOSOFÍA DE CIORAN BAJO EL PRISMA DE INTERNET

El filósofo Émile Cioran

Saludos. Émile Cioran, el filósofo pesimista, el filósofo del fracaso, nos da nuevas pautas para entender internet y las Redes Sociales.

En la filosofía de Émile Cioran se explica  que el hombre, el ser humano, es cómo un virus y actúa cómo tal.

El hombre es cómo un virus porque hasta la edad de 25 años se hace una personalidad con una serie de valores y de creencias que pueden ser ideas cliché, ideas heredadas de su cultura y de sus ancestros o poderosas convicciones nacidas de la propia idiosincrasia.

Una vez que el hombre ya tiene unas sólidas creencias, ideas y personalidad trata de imponerlas a los demás tratando que todos piensen cómo él o al menos le den la razón, actuando cómo un virus que infecta a otros sistemas, realmente a otros virus que a su vez tratan de infectar a otros virus.

En nuestras tertulias, nuestros diálogos o nuestros encuentros con otras personas llevamos a cuestas nuestra mochila cultural de valores, ideas y creencias y tratamos de imponérsela a los demás para que piensen cómo nosotros o al menos nos den la razón en todo aquello que creamos y pensamos y queremos hacerlo con el número máximo de gente para sentirnos bien, con nuestros amigos, nuestros familiares, nuestros compañeros e incluso con completos desconocidos con los que empezamos a tratar.

INTERNET Y LAS REDES SOCIALES SE MUESTRAN CÓMO UN GRAN ALTAVOZ DE NUESTRAS IDEAS Y CREENCIAS y así de esa manera usamos las Redes Sociales haciendo proselitismo de nuestra religión, de nuestro partido político o de aquello en lo que creemos y pensamos compartiendo siempre las ideas que son afines a nosotros con objeto de contaminar a los demás y hacerlos exactamente iguales a nosotros, actuando realmente cómo un virus. Y lo mejor es que sentimos placer haciendo eso y lo hacemos gratis y sin cobrar dinero llevados por un instinto de supervivencia que nos impulsa no sólo a mantenernos cómo somos sino que a los demás se mantengan cómo nosotros somos, cómo nosotros queremos. De nuevo la idea del ser humano cómo un virus pero esta vez amplificada y magnificada con un mayor recorrido y en toda su expresión gracias a internet y a las Redes Sociales.

Pero yo planteo lo siguiente, cómo diría un gran Maestro Espiritual ES PREFERIBLE ESTAR BIEN A TENER RAZÓN, si uno mismo se muestra seguro ya en sus ideas, creencias, política y valores...¿Para qué necesita compartirlo para ganar una mayor seguridad en lo que piensa? ¿Para qué necesitamos apoyo en todo lo que somos y aliento y estímulo si ya sabemos que nos encontramos cercanos a nuestra verdad o que simplemente somos nuestra verdad y no tenemos por qué intentar conseguir el máximo número de relaciones a las que hacer pensar exactamente cómo queremos? ¿Que Voluntad de Poder nos empuja a contaminar con nuestra personalidad a otras personalidades para que los demás sean de la manera en que nosotros queramos que sean? ¿Por qué el hombre se comporta cómo un virus, cómo dice el filósofo Cioran, y porque ahora esta especie de guerra intelectual biológica es tan virulenta en las Redes Sociales para todos, al poder por fin disfrutar de unos medios masivos que nos ayudan a trasladar nuestra opinión hasta el máximo número de personas?

¿Por qué no sencillamente descansamos de lo que somos, de lo que pensamos y de lo que creemos y nos dedicamos sencillamente a tratar de estar bien con nosotros mismos sin la confluencia de otros?

En el fondo lo que buscaba el filósofo Émile Cioran es que el hombre, el ser humano, tuviera seguridad en sí mismo, ideas propias, autoconocimiento y sabiduría sin extender a los demás el resultado de sus descubrimientos intelectuales ni filosofías, ni ideologías heredadas y adquiridas, una mayor fuerza en la soledad sin necesidad de reconocimiento, sin necesidad de la aprobación del otro y por supuesto y sin vanidad, sin necesidad del aplauso y la admiración del otro.

El pesimismo de este filósofo le llevaba a pensar que al final todas las ideas propias conducen a una forma de violencia contra el que es diferente, contra el que no piensa cómo nosotros y finalmente conducen las ideologías y creencias y valores, que tratamos de imponer pensando siempre que es lo mejor, al desastre, al caos y a la guerra.

Muchas gracias.