En un Venus Star Point decidí pasar la tarde en un sitio bonito o curioso al menos. Encontré entonces un bar pequeño y recoleto con terraza y me pedí una cerveza doble. Hacía buen tiempo pero para ir abrigado, parecía que iba a llover en cualquier momento.
Entonces se sentaron en la mesa de más atrás una pareja, el hombre le doblaba la edad a la mujer y era la típica relación en la que ella le encuentra muy sabio y muy inteligente a él y quiere aprender algo y entonces él siempre se esfuerza por parecer ingenioso e interesante.
El hombre le empezó a contar a la chica la siguiente historia:
-- Ésto que te voy a contar seguro que haría las delicias de todo conspiranoico. Tuve un vecino en la casa de al lado en el barrio en el que vivía en Tudela y me llevaba muy bien con él, tuvimos una amistad de más de veinte años. Luego dejé de verle un día pero entonces me voy a vivir a Reino Unido y resulta que en la casa de al lado estaba viviendo mi vecino al que tuve de vecino más de veinte años. Volvíamos a ser vecinos de nuevo. Una casualidad completamente increíble y también improbable, la típica, rara y extraña casualidad que se la cuentas a un conspiranoico y te dice que el mundo no es real o que vivimos en una Matrix o que la casualidad no existe...
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