¿Una Guerra Contra los Ricos?

Saludos. A veces pienso que el movimiento lúdico "eat the rich" estampado en camisetas bebe en sus fuentes de la revolución bolchevique contra aquel famoso "ejército blanco" formado por marqueses, nobles y aristócratas y gente muy rica que fue al final derrotado por el "ejército rojo"... Pero ésto sucedió en 1917 y como en España todo llega con retraso no llegó esta revolución hasta el año 1934, en Casasblancas primero y luego en Asturias, sofocadas las revueltas serían el germen del anarquismo que se destacó en la guerra civil española de 1936...Al margen de la política y del rencor de clase, el odio al rico por los más puros instintos bajos, la verde envidia o la envidia amarilla y el disfraz de buscar en ello una mayor justicia, social, pueden estar sobrando ahora sobre el tapete después de derramarse en odios profundos contra el estamento de la nobleza de sangre, que recientemente se entiende ahora como algo muy caducó y que ya no tiene el más pequeño hueco en este mundo arrastrando tras de sí a todas las monarquías a nivel mundial por su nivel de ostentación de riqueza pero también afectando al Vaticano con la quizás infantil sensación de que el Papa vive en un palacio, pero incluso a un nivel conspiranoico se estima que las élites oscuras que gobiernan a los estados de este mundo son gente muy rica, familias de banqueros y potentados que nos han traído dos guerras mundiales financiando a ambos bandos y ya están en ello respecto a una tercera. Según ha ido empobreciéndose el pueblo, según ha ido desapareciendo la clase media, el odio al rico vuelve a estar de moda pero está vez no es una pose, cómo mínimo se espera de ellos que paguen grandes cantidades de impuestos por tener grandes fortunas y que no evadan su dinero en paraísos fiscales, con un gran placer detrás de parte de la gente común por ver cómo crece la preocupación de los adinerados o los nobles pueden perder sus palacios que pasan a ser parte del patrimonio público o las grandes fortunas lo van pasando ciertamente cada vez peor, para regocijo de mucha gente con una vida dura que ve de esta manera que la desgracia del colapso del sistema capitalista está más compartida y es más democrática para todos.