El neoplatonismo y luego el cristianismo atacó la idea del universo MECANICISTA de DEMÓCRITO pero luego la misma idea sería rescatada por Nietzsche como así refleja en su ensayo filosófico Sánchez MECA. La idea de que todo está bien, todo es correcto y todo está ordenado por encima de toda moral y del bien y del mál, es un itinerario intelectual que nos condena de alguna manera a la pusilaminidad ética y moral pero sin las consecuencias tributarias de un premio o de un castigo. La idea de que Dios es una maquinaria cósmica universal, moralmente neutra y completamente inoperante, que cede su consigna estudiada y premeditada en ser simplemente un vehículo que siembra y recoge almas en el mundo pero no las juzga en un ciclo sin fin de infinitas reencarnaciones sin misión ni objetivo más allá de experimentar la propia existencia física, una maquinaria MECANICISTA en el perfil del mundo en el proceso de construcción y destrucción de vidas, sociedades y sistemas sin el peso de la culpa, una rueda cosmológica, un engranaje perfecto para entrar y salir de este mundo sin cometido, sentido o responsabilidad.
Esta maquinaria cósmica funcionaria como una especie de tormenta climatología, en medio de un movimiento increíblemente rápido y verdaderamente violento nuestra alma entraría en el constructo del tiempo y en el paso de un lapso de tiempo imperceptible y despreciable volvería a salir para encarnar de nuevo, sin duda sin juicio, premio o castigo y todo contaminado de velocidad y supeditado al más puro azar que para otros puede parecer un sinsentido y para los más una especie de orden. No existiría en consecuencia la idea de karma, fábula o destino. No habría un Creador Omnisciente. No habría ningún tipo de Energía que condujera nuestras vidas. No habría sentido ni misión, sólo ciclo. Quién sabe.
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