Su efecto a grosso modo consiste en convertirnos a todos en locos apacibles.
La fantasía se desbordará, la imaginación se desbordará, las ganas de evasión se desbordarán, el escapismo se desbordará, el mundo de la ilusión se desbordará.
Es el tiempo más propicio del año para enfrascarse en la lectura o para ser un diletante con una buena partitura musical, los viajes a lugares lejanos y misteriosos nos tentarán.
No daremos cuenta de que el mundo es muy grande y de que vivimos en un mundo que es muy grande, la ilusión de estar constreñidos a la opaca realidad de internet se evaporará, querremos conocerlo todo con nuestros propios ojos y seremos aventureros por nuestro barrio, por nuestras calles, por nuestra ciudad, deambulando sin rumbo fijo, vagabundeando.
Algunas veces el vagabundeo también podrá ser mental y entonces revisaremos nuestro pasado, caminaremos hacia atrás en el tiempo y hallaremos tesoros escondidos.
En su cara oculta Neptuno retrógrado habla de alcoholismo, habla de drogadicción, habla de conductas sexuales desviadas, habla de morbosidades del inconsciente colectivo, realidad virtual y erotismo desvirtuado. En su cara oculta Neptuno retrógrado habla de una gran deseo de retirarse del mundo, de escapar de la realidad, de evadir la realidad...¡Unas vacaciones de uno mismo! Cambiar por cambiar para ser otra persona, sin duda mucho menos aburrida.
Y en las dos caras, tanto en su cara oculta cómo en su cara luminosa NEPTUNO RETRÓGRADO HABLA DE LA BÚSQUEDA DE UNA RELIGIÓN PERSONAL, DE UNA FILOSOFÍA PERSONAL, DE UNA BÚSQUEDA ESPIRITUAL PERSONAL aunque después aprendamos cosas que nadie puede comprender, aunque después aprendamos cosas que ni siquiera nosotros somos capaces de plasmar, de reflejar. No se trata de estar en la mente, se trata de estar en la emoción, según tengo investigado. Y emocionarse, sentir y en su mejor aspecto: disfrutar, será lo importante y lo que toca ahora con estas influencias astrales.
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