SOBRE EL CRISTIANISMO

La crisis de deuda esclaviza a los países y nos hace a todos más pobres y nos preguntamos qué puede hacer un cristiano ante semejante situación,  si tiene que asumirlo con resignación cristiana y poner toda su fe en Dios y no en el dinero o por el contrario debe rebelarse justamente ante lo que es una injusticia social producida por un sistema elitista e injusto donde la avaricia de unos pocos acaparan todos los recursos de los demás y los dejan sin nada, sin la posibilidad de una vida digna. Nos preguntamos qué es lo que debe hacer un verdadero cristiano ante la magnitud de tal sistema de cosas, nos lo preguntamos en serio movidos por nuestra conciencia.La herramienta espiritual del catolicismo, el catolicismo ha sido una herramienta espiritual para que todos pudiéramos ser mejores. Al drsaparecer ésta quedamos huérfanos espiritualmente y la gente espiritual recurrió al budismo y al yoga pero no era su cultura, no podía entenderlo realmente. Se abrió así entonces una etapa de confusión. El cristianismo se substenta en el amor al prójimo pero el amor al prójimo y la caridad se han enfriado mucho, hasta el punto de dejar de existir. La gente se alegra de las desgracias de los demás,  la gente se alegra de que a los demás les vayan mal las cosas y así de esta manera encuentran la paz.   Un economista reputado consintió decir que el problema de la crisis es que no hubiera crisis para todo el mundo y que en España el diez o el quince por ciento de la población para la que no había crisis movía a muchas envidias. Un cristiano no tiene que ser envidioso y debe dar un ejemplo de amor en cristiandad hacia todos los demás,  hacia el resto. Pero esto no ha sido posible y en España una mayoría de envidiosos sueña conque la crisis llegue a todo el mundo, sueña conque la crisis sea global, sueña conque la crisis alcance algún día a los más poderosos y por eso no hay una lucha ni una batalla contra la crisis porque no queremos menos crisis, queremos una crisis mayor en un mundo en el que al final reviente todo para que no seamos los unicos damnificados, envidia y egoísmo se juntan en un peligroso coctel que no tiene visos de acabar bien. La clase obrera es la que siempre hace la revolución en todas las crisis pero ésta es una crisis para la clase media y la clase obrera está contenta y orgullosa de ver perecer s sus enemigos de clase y aguarda ansiosa a que la crisis llegue también a los más poderosos sin conocer que ésto no sería otta cosa que una gran guerra en la que ellos pondrían los muertos y el capital recogería los beneficios.Es evidente que las personas han desarrollado demasiado su ego, justo en el momento en el que todos deberíamos ser más humildes. Pero entiendo que no hay que ser humilde con los dones de Diis sino hacerlos mayores, sino hacerlos más grandes. Este es sentido de la parábola de los talentos que nos cuenta El Evangelio. Es sin duda así y no es de otra manera. Si Dios te ha dado una capacidad retórica y de oratoria y habilidades literarias debes usarlas para ponerla al servicii del Dios Vivo, debes ponerla al servicio de todos tus semejantes que son el Dios Vivo.El alcoholismo es un transtorno de la alimentación,  siempre lo he pensado así,  es evidente que lo es. El alcoholismo es gula y los pechos hidalgos castellanos siempre han mantenido la gula lejos de sí. Repetir postre era gula, tomar dos platos de sopa era gula, aunque hubiera comida en abundancia. Yo me he educado así,  no se podía comer de más. Es un desiquilibrio en el sistema de cosas comer de más y el alcoholismo es un transtorno de la alimentación.  Es así. No comer de más es también no consumir de más,  comprar cosas que no necesitas es una especie de gula. Todo exceso también es una especie de gula, la sabiduría del exceso consiste en que los excesos te sienten mal para que no los vuelvas a repetir. La secta janseista se hartaba de practicas sexo en continuas y repetidas orgias y finalmente acababa pensando que el sexo era una tontería por hartazgo, este era el camino del exceso. El exceso de una cosa hace que sintamos desprecio por esa cosa. La mesura en la sexualidad que aconsejaba la Iglesia Catolica en el fondo era una cosa muy sabia, el exceso de sexo llega a cansar,  llega a hartar, todo debe hacerse en este mundo con calma, mesura y espacios de tiempo.