martes, 20 de octubre de 2020

Debemos ser todos muy humildes ante la inminencia de una guerra mundial.

 Conocí a una persona una vez que tuvo una educación religiosa muy estricta y que acabó sus días sin creer en Dios. Esta persona encontró sentido a su vida no creyendo en Dios. En un mundo sin Dios, el mundo se volvía de repente muy comprensible. Esta persona consiguió encontrar un sentido, el mundo estaba como estaba y era de la forma que era porque Dios no existe, la vida es una casualidad química en la inmensidad del cosmos. A pesar de considerarme un retrasado mental no me encuentro nunca con nadie que sea más inteligente que yo. Lo que quiero decir es que yo no tengo la capacidad intelectual que se requiere y se necesita para entender un mundo sin Dios, y de alguna manera pienso que nadie la tiene.


DEBEMOS SER TODOS MUY HUMILDES ANTE LA INMINENCIA DE UNA GUERRA MUNDIAL. 

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