jueves, 16 de enero de 2020

PSICOGÉNESIS DE LA MORAL EN LOS SUJETOS ACTIVOS

La ética es discursiva también, crea conceptos y valores, se adentra también el campo de la psicología pero sin dejar de ser valiente tiene manga ancha, es comprensiva, es tolerante con las carencias y pulsiones del sujeto activo, ser sufriente que quiere obtener poder y placer y reconocimiento y que se aventura a crear sus propios valores, a ser creador de sus propios valores incluso al precio de no encajar en el sistema, pues busca su propia libertad. El sujeto inicia una entrada en ceremoniales excesivos para limpiar su sentimiento de culpa, al tiempo que la presencia de los progenitores y su deuda contraída con ellos le persigue toda la vida en forma de una entidad oscura, el peso de los ancestros supone un trabajo, un valor, una moral, una forma de entenderse y de realizarse en la vida que tiene que ser asumida, que no puede ser rechazada. Esto es fuente de conflictos y tensiones.
La búsqueda de un punto de anclaje en la sociedad supone una merma de la libertad personal y del poder propio, la realización de los íntimos cometidos privados puede suponer el precio de la exclusión y también el proceso de la excentricidad de no ser comprendido, la mediocridad en la que la masa se encuentra instalada en el entorno de un pensamiento único alienante produce la comodidad de ser aceptado por no desertar del pensamiento rebañil y adocenado y ser uno más al ras, igualado más por lo bajo que incluso por lo mediocre. La genialidad se entiende como excepción, destacar se procesa como rebeldía, íntima rebeldía que esconde un pequeño resentimiento, un pequeño odio a lo que es común, a lo que es normal. El sujeto quiere ponerse fuera de la norma y por definición de diccionario se convierte en un anormal.

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