lunes, 26 de junio de 2017

LA PRECOGNICIÓN ONÍRICA DE YUNG

Recordemos que los sueños premonitorios existen, todos leímos noticias en el año 2012 sobre que los griegos estaban soñando todos que iban a vivir una guerra, y en cierta forma ya la han vivido, una guerra económica.
Pero hablemos de los fundamentos psicológicos que substancian la precognición onírica, hablemos de Jung o  Yung ( Psicólogo alemán, 1875-1961)
Cuando el Arriba y el Abajo no están unidos el alma se transforma en una serpiente y en un pájaro y en la propia alma humana, el alma se divide en tres y sale a conocerse por las noches cómo Alma-Serpiente o cómo Alma-Pájaro o cómo Alma-Humana, eso le dijo su Maestro Espiritual, el sabio enjuto y barbado Maestro Espiritual, el avatar de Yung, su noticia del otro mundo.
Las imágenes del inconsciente están en la pesadilla del Astral para conversar con ellas y para cobrar una enseñanza, de repente se anota ahora que existe una gran energía psíquica que no es de naturaleza sexual ni se entromete en el sexo y que lo que quiere es una mutua correspondencia y un papel importante con una mayor preponderancia. Suculenta tentación de todos aquellos que quieran tirar la casa por la ventana y triunfar sobre su propio yo, una muestra de la continuidad de la experiencia saliendo al filo de la noche y que sirve para conseguir y soltar. En EL LIBRO ROJO de Yung encontramos una serie de sueños proféticos que anticipan la Primera Guerra Mundial, Yung tuvo visiones en sueños de la Gran Guerra que se acercaba durante los cuatro años anteriores que precedieron a la Primera Guerra Mundial, se entiende cómo Videncia en sueños o sueños precognitivos o precognición onírica y suele ser un fenómeno más corriente de lo que nos pensamos, sobre todo si nos educásemos en llevar una libreta donde anotar nuestros propios sueños, el complemento perfecto para una vida más rica, la mejor combinación para una vida plena. Hay que hacerlo de la forma que mejor se adapte a nosotros, sin miedos, sin remilgos, sin autocensuras.
Tarde o temprano todos tenemos que morir, pero los velos hacia el otro mundo se descorren cada noche y no solemos ser concientes de ello, quizás porque no queramos serlo.
Mediante un sistema de Imaginación Activa, Young podía controlar el flujo de sus fantasías y podía calibrar el efecto que tendrían en su psique por medio del autocontrol, pero esta portentosa capacidad de visión interior no nacía de una percepción crítica, se entiende que nacía en libertad, sin preámbulos mitigados por tedios ni cortapisas de tipo cultural.
Yung decía que nos encontramos viviendo entre dos mundos, el mundo de la percepción externa y el mundo de la percepción de lo inconsciente y que estos dos mundos pueden unirse siempre mediante el arte, el arte cómo función tiene tender un puente entre esos dos mundos.


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