domingo, 19 de febrero de 2017

60 RANGOS (MARDUK)

Saludos. Hay varios detalles que no encajan en la vida más allá de la muerte. Entramos al morir en un mundo luminoso (al morir) pero hay detrás una serie de entidades que manipulan el campo de percepción del ser humano para hacerle volver de nuevo a la Tierra.
Existe un mundo inferior donde existe la capacidad de manipular las almas, existe una cosecha de almas de miles de años de antigüedad que ya existía en los textos sumerios, almas manipuladas en el proceso de creación del ser humano mediante un proceso de ingeniería genética muy avanzada.
Reptilianos (arcontes) con un grado muy alto de evolución son los parásitos de nuestro dolor y cosechan nuestra alma poniéndonos una película de nuestra vida para hacernos sentir culpables por todo lo vivido. El cuerpo consciente también puede ver una serie de entidades de luz que pueden avisarnos de que tenemos que volver, una especie de milagro tras una sensación de bienestar, somos seres espirituales todos, desencarnar es nuestro estado natural, lo que nos hace sentirnos mal es tener un cuerpo, ésto es fácil de entender, aceptarlo descomplica muchas cosas.
Marduk, el mundo espiritual lejos del mundo de las formas, es un engaño con dos elementos fundamentales, manipulador y manipulado. El manipulado dentro del juego del ser del bien y del mal, es decir, dentro de la dualidad, se deja convencer por el gran psiquismo arconte que manipula la voluntad del ser humano tras la muerte haciéndole que pida reencarnar, es la excusa del Karma.
Detrás de la matrix de nuestro mundo (irrealidad vivida como lo contrario) existe tras la muerte otra matrix distinta impulsada por las larvas cósmicas de muy bajo espectro.
Nosotros con estados anímicos bajos y estados de frustración, miedo y odio damos esos sentimientos cómo alimento a las larvas cósmicas que han cosechado nuestra alma, a los arcontes o a las entidades superiores reptilianas. Podriamos acceder a un plano más sutil de nuestro yo divino y escapar de esta estrategia de control, pero es muy difícil y sólo a este conocimiento han llegado los santos y los místicos y los iluminados, almas de primer nivel de los sesenta niveles que tiene el alma. NO TODAS LAS ALMAS SON IGUALES y tenemos que comprender que hay 60 rangos de almas, del primer nivel las más evolucionadas y de nivel sesenta las menos evolucionadas.
Hay personas que no tienen instinto de destrucción y siempre están ayudando a los demás y colaborando y son almas buenas y evolucionadas y luego existen auténticos psicópatas. No. No todas las almas son iguales, hay sesenta niveles. Cada uno sabe cuán bueno o malo es, cada uno sabe cuán evolucionado o involucionado está. Siendo honestos y sinceros con nosotros mismos no nos podemos engañar. Del santo al monstruo hay una gran gama que oscila y repentiza mientras desprendemos todos nuestra energía emocional negativa que no es sino el alimento de entidades oscuras, ese parece ser el sentido de nuestra existencia. Para eso hemos sido creados, pero podemos desenfocarnos de esa realidad y ser de otra manera. Vivir lejos de la amenaza, Dios está dentro de nosotros y podemos crear abundancia desde dentro.


Fuente: "Hijas de la Luz" y David Parcerisa

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